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Arte & Cultura

La “siesta nórdica”: por qué los bebés duermen afuera bajo nieve y frío extremo en Escandinavia

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Bebé abrigado descansando en un saco térmico sobre nieve.
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En países nórdicos, los bebés duermen afuera bajo el frío. Descubre por qué lo hacen y qué debate abre esta práctica para México.


Una tradición que rompe paradigmas

En Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca, es habitual que bebés duerman en carriolas al aire libre, aun con temperaturas capaces de congelar agua. Esta costumbre, conocida como “siesta nórdica”, sorprende a quienes viven en países donde la infancia está rodeada de cuidados estrictos respecto al clima.


Por qué lo hacen: beneficios culturales y de salud

Las familias nórdicas afirman que las siestas al aire libre:

  • Favorecen un sueño más profundo
  • Fortalecen el sistema inmunológico
  • Desarrollan tolerancia al clima
  • Reducen la exposición a virus en espacios cerrados

Las guarderías incluso programan siestas externas como parte de su rutina diaria.


Condiciones que lo hacen posible

Esta práctica se sustenta en factores que difieren notablemente de los contextos latinoamericanos:

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  • Altos niveles de seguridad pública
  • Confianza comunitaria
  • Entornos limpios y regulados
  • Ropa térmica adecuada
  • Cultura de crianza al aire libre (“friluftsliv”)

La tradición no se basa en descuido, sino en una estructura social diseñada para hacerla segura.


¿Y México? Debate cultural y social

En México existe una fuerte asociación cultural entre frío y enfermedades, aunque la evidencia médica no respalda que el frío por sí mismo cause resfriados. Sin embargo, factores como inseguridad, contaminación y falta de infraestructura hacen difícil replicar la práctica nórdica.

El debate invita a cuestionar:

  • ¿Cuánto de lo que creemos sobre crianza proviene de evidencia y cuánto de tradición?
  • ¿Cómo afectan las condiciones sociales nuestras percepciones de riesgo?
  • ¿Qué podemos aprender sobre contacto con la naturaleza y salud infantil?

Conclusión

La “siesta nórdica” no solo es una práctica de crianza; es un reflejo de una cultura con altos niveles de seguridad, confianza y bienestar social. Compararla con México permite analizar cómo el entorno influye en nuestras decisiones y qué prácticas podrían adoptarse, adaptarse o descartarse con base en evidencia.

Comparte esta nota, comenta tu punto de vista y reflexiona sobre cómo la cultura moldea la crianza infantil.

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